Hubo fuertes tormentas
y una grandísima tentación
de abandonar nuestros barcos
los dos que timoneamos
¡Pero no!
Este almirante
se dio cuenta
que eran ataques poderosísimos
de los tres demonios referidos
a los que no llamaré ahora
por sus nombres
sino por sus pecados
los pecados con los que
nos acecharon
Acedia
Gula
Lujuria
y un poquito más lejana
Codicia
¡Analía y yo
les ganamos!
Amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario