La Morada de Cuesta Colorada, La Calera, 9 de mayo de 2024
Tengo un problema muy acuciante: un supuesto acreedor mío que yo lo niego, como así también, niego la deuda que me está reclamando, le ha escrito hoy a mi ex esposa Ely que me va a embargar mi coupé Taunus.
Este auto es modelo 1979, justo hoy me enteré de que es ese modelo, pues desde que la compré en 2020, siempre pensé que era 1980.
El hecho que sea
1979, es un dato significativo, puesto que cuando la compré, deseaba que fuera
un auto de la década en la que nací (los 70).
Yendo al quid del asunto he estado pensando un par de
cosas:
1)
A estos autos las compañías de seguro solo les
hacen seguro contra tercero y no contra robo, ni pérdida total
2)
A veces cuando me ha hecho padecer estreses muy
grandes, hasta he merituado la posibilidad de regalársela a mi ahijado de
confirmación.
3)
Esto sería como perderla, pero también he pensado, en base a que desde hace más de 3 años que duerme en la calle…, he pensado
que los ladrones me la podrían robar y yo quedarme sin el único bien de
importancia que tengo en la actualidad.
4)
En estas direcciones anteriores, aun cuando
intentaríamos con mi abogado defenderla a ultranza, ante la inminencia de un
juicio ejecutivo en mi contra, pues si perdiera esa defensa, el remate de este
auto podría terminar para cancelar la referida deuda que por sentencia me condenarían.
5) Si llegase a tener esa sentencia en contra que me condenase a para esa supuesta deuda que la considero nula, de nulidad absoluta, pues pasaría a ser la misma; "una deuda real", por lo que el hecho de que el remate de mi coupé sería para ordenar una cuestión de patrimonio y la diferencia entre mi debe y el haber real y una solución definitiva, muchísimo menos perdidosa que los puntos 2 o 3.
Así que; listo el pollo, pelada la gallina. La defenderé como parte de mi patrimonio, la defenderé como gato panza arriba y hasta las últimas consecuencias, pero si he de tener que perderla, si he de tener que aceptar que tengo esa deuda real, si he de tener que asumirla a esta cuestión, hasta hoy hipotética, vendría a ser la última de mis cuantiosas pérdidas que habré sufrido desde el año 2017 a la fecha,
¡Pues en ese caso, lo asumo de una vez por todas, lo afronto y listo, punto y aparte!
¡Se termina para siempre mi esclavitud financiera y paso a ser libre para todo el resto de mi vida!
Pues como lo he dicho clarito:
Entre las cosas más dolorosas que me han tocado asumir en mi vida y que lo he hecho recién hace dos días, tengo que aceptar ineludiblemente que, sin Apoyo, ya perdí la capacidad para administrar mis bienes y mis recursos, dado que mi patología se ha ido agravando con el paso de los años y a estas alturas de mi vida, los impulsos pródigos, a veces no los puedo controlar en mis episodios estacionales de los otoños y las primaveras.
Esta sería la manera más noble y honorosa de perderlo a este último bien registrable mío.
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