viernes, 14 de junio de 2024

VICIOS PROFUNDOS DEL ENEATIPO 7 COPIADOS POR LA SOCIEDAD 7


La Morada, 13 de junio de 2024

Todo día 13 es bueno tener presente la emanación de la Virgen de la Rosa Mística.

Son las 13:19 hs. Hace más o menos una hora que me he levantado. A diferencia de ayer que me levante a las 8:15 hs. después de años y años que no podía madrugar, digamos, hoy fue un despertar muy tardío. Estuve luchando para levantarme a las 10:00 hs. pero al final el sueño me venció.

Este es “el vicio de los vampiros”, noctambulear, puesto que anoche me dormi cerca de la una de la mañana o tal vez más tarde, y en todos estos años desde que me fui a vivir solo allá en El Refugio, desde el año 2016, fui adquiriendo el hábito de este noctambuleo.

Hace tan solo un par de días atrás me he dado cuenta que los seres humanos tenemos un gran don respecto del resto de los seres del reino animal, y este es que “podemos trascender nuestra naturaleza” o como se lo dice en el lenguaje de los alquimistas: podemos transmutar.

Transmutar es algo que cuesta mucho, por ello es que un psiquiatra me dijo cierta vez que nos resulta muy difícil a los padecientes, volver a vivenciar las mañanas cuando hemos cambiado el día por la noche.

Recuerdo cuando luego de haber estado fumando marihuana durante dos años entre 2001 y 2003, de manera consuetudinaria, de repente “le declaré la guerra a la hierbita”. Esa guerra fue tremenda y estuve exactamente tres años librándola hasta cierto día de 2005, que no recuerdo el mes y menos el día, de ese último porro.

En la lucha contra la misma, y en base a que existe toda una subcultura respecto del consumo del cannabis, me parecía que la planta de poder tenía como su propia consciencia y que había sido una muy buena amiga cuando la fumaba con gusto, pero desde el primer momento en que empecé a darle batalla, esa consciencia se enojó conmigo y ella también me declaró la guerra, haciéndome padecer verdaderas paranoias cada vez que recaía durante esos años entre el 2003 y el 2005 en que trataba de que los porros fueran más y más distanciados, como técnica. Todo esto de la “consciencia” de los seres vivos inferiores a los seres humanos es un grandísimo tema que está unido a la Teología, pero no me voy a meter a discurrir sobre el mismo, ahora. Hoy por hoy, solo puedo expresar con acabada experiencia y conocimientos:

"...que los efectos de estos vehículos para cada uno de nuestros vicios del pecado de la gula, si están gobernados por su amo, Belcebú, el demonio padre de ese pecado capital. Ya lo he dicho miles de veces, Belcebú es el eterno socio de Asmodeo, el demonio maestro de la lujuria".

En definitiva, en base a mi entrada anterior que a continuación la transcribo, sabemos que le he declarado la guerra al sueño matutino y que me hace dormir hasta pasado el mediodía, pues me he propuesto “volver a transmutar” hacia mi naturaleza alondra, en lugar de continuar vivenciando la de vampiro.

Con respecto a toda esta historia mía que vengo narrando, lo he contado a todo ello, ampliamente, en muchos de mis blogs, pero hoy he vuelto a sentir una sensación muy parecida a cuando la “hierbita me declaró la guerra”. En efecto, me declaró la guerra Morfeo, como le llamaré simbólicamente y aunque los católicos no creamos en este antiguo dios grecorromano.

Hoy cuando eran las 10 am empecé a rezar y rezar padre nuestros y aves María para que me dieran la fuerza suficiente para poder levantarme, a pesar de mi somnolencia grave, y multiplicada por los efectos del Lapenax, pero como en aquellas épocas de la lucha contra la marihuana, sentí “entidades”, o tal vea una sola, que me susurraba que estaba bien, dormir toda la mañana y hasta el mediodía. Esta entidad me resulta obvio, ahora, que es un demonio y estoy dándome cuenta de que es el demonio típico de nosotros los eneatipos 7, o sea Belcebú y su gula.

¿Por qué habría de ser gula, el dormir?

Pues porque el estudio del Eneagrama, con sus enseñanzas hacia el eneatipo 7 y su pecado capital de la gula, me ha hecho conocer y saber que estos somos buscadores eternos de la felicidad y como tales, estamos huyendo siempre a los diversos dolores de la vida. Esta huida, la practicamos con toto tipo de excesos que nos haga atontar nuestra mente, embriagarla, encantarla (por ejemplo, con una buena aventura) o fascinarla (por ejemplo, con todo tipo de artes eróticas o más bien, seductoras y sus miles de derivados).

Acá me detengo y hago una advertencia muy profunda que me dictan mis guías justo en este preciso momento, (los guías del Cielo): 

Anoche fui a un "super – bar" (Alto Tejeda) y siendo jueves, no paraban de desfilar jóvenes bebedores, que compraban litros y litros de alcohol para sus fiestas en los hogares (previas) e incluso, para consumir ahí en sus mesitas, a donde también estaba yo, contemplándolo todo y disfrutando de un alfajor Tatin triple que me compre y mi termo con té, tal cual me lo enseñaron a usar, tanto mi mujer, como Sergio, un personaje que conocí en una de mis colas de toda la noche de espera, en el Instituto Odontológico Municipal de Córdoba.

También dejé el alcohol, hace muchísimos años, antes que la marihuana, en el año 1998, y a ese vicio, lo dejé con la técnica que tantos "ignotos arrogantes" me sugieren, sin saber nada de nada de técnicas anti-vicios, para que la aplique con mi tabaco: 

Así, de rompe y raja, de la noche a la mañana, en un único y final pucho

Al respecto debo decir enfáticamente 

"Cada persona es un mundo, cada vicio es único, los vicios son multiformes (cambian su naturaleza), por lo que hay que andar mucho para descubrir la técnica propia de uno para aplicarle contra el vicio con el cual ha empezado a luchar. Por ejemplo: de manera análoga a la mía con el pucho, un bebedor puede haber dejado de rompe y raja el tabaquismo y seguir tomado (casi poseído) por el referido alcohol, de idéntica manera como yo deje de rompe y raja el alcohol y estoy tomado por el tabaco, café, mate y ahora, el té."

Los bebedores, hoy no me producen simpatía alguna y los rechazo. Ya lo escribí antes al por qué: ¡Me parecen bulliciosos, densos y lascivos!

Saber que no me caen simpáticos y habiendo tenido un pasado de alcohólico, más o menos entre mis 14 años hasta mis 28, me hacen ver, en este preciso instante, los mismos guías, que tengo la tarea pendiente, como monje laico mercedario, de reconciliarme con ellos, sin volver jamás, a abrazar los códigos de esta gran subcultura, ni siquiera, la de los que se dice que tienen -cultura alcohólica-, donde estarían, por ejemplo, los pitucos bebedores de excelentes vinos tintos, por dónde van, incluso, los sommelieres y todo tipo de buen catador. 

Lo mío es lisa y llanamente, la onda de los "faloperitos legales" jajajjajajaj, como tan graciosamente me bautizó, desde el 1° de agosto del año 2019, mi abstemia novia yogui, con un sentido del humor excelentísimo y estando bajo efectos leves de la beodez, luego de haber brindado con su círculo de mujeres, una caña con ruda, ese día de la pacha mama. 

Faloperitos Legales: Todo aquel que solo consume alcaloides legales y socialmente aceptados, como el tabaco, el café, el mate y el té y que se mantienen al margen por completo del alcaloide ilegal por excelencia, que es la cocaína. Estos Faloperitos legales se han "criado" y desarrollado, desde su innata adicción a la adrenalina natural del cuerpo y con ello, desarrollaron el amor por el riesgo, la aventura y la estimulación psico-física.

Pero el guiño que me dictan ellos (los guías) es que lo mío, aun cuando anoche fui a éste “kiosco”, a comprar solamente el alfajor...,  la analogía es que esta mañana mientras luchaba con Morfeo, es como que padecía el mismo tipo de resaca que padecen los bebedores en exceso. Resacas matutinas, así que estos guías me terminan de dictar que mi lucha para transmutar mi costado vampiro y regresarla al de la alondra, tiene que ver con las resacas que vivenciaba de joven cuando era alcohólico. Si, estamos hablando de resaca pues me resulta, mucho más obvio ya, que este Morfeo es el nombre simbólico de manera exacta, del ingrediente de la pócima mágica que ha usado mi eterno acechador Belcebú y ahí lo logro encajar dentro de mi cultura católica. La resaca (Morfeo), prima facie, sería el pecado del beodo, que entra en el "ensueño depresivo" de su última fase de la beodez y consiste en: "un estado mental y físico" con síntoma de muy negativo, negativo mal, pesado el cuerpo para superar el sueño (somnolencia), anti-voluntad activa y productiva, con más susurros mentales que provienen del más allá, para que continuemos pereceando (pecado éste último del cual su padre es el otro socio secundario de Belcebú, llamado Belfegor). A mí no me vendría la resaca por el vehículo del alcohol en sangre, sino de esto del fármaco: clozapina, sobre lo que "no es de mi competencia, estudiar sus causas y efectos", sino de mi psiquiatra y punto final, de esto no voy a investigar como lego, sino que le preguntaré a él y solo aprenderé de su tradición oral, tal cual lo decido y lo decreto hoy y ahora.

Morfeo en esta cultura católica, no siempre tendría la forma de este estado físico-mental demoniaco, puesto que hay muchísimas personas que cuando logran dormir muy placenteramente y con un tipo de sueño templado y reparador, Morfeo, que como dios grecorromano tenía el don de cambiar hacia cualquier tipo de forma, en estos casos que menciono, bien puede ser el ángel de la guarda, en lugar de Belcebú el que lo manipula a este ser onírico figurado Morfeo, que reitero, consiste en un estado mental y físico, que cuando lo manipula un ángel por medio de su magia divina, puede incluso hacernos llegar a los estados prodigiosos oníricos de la premonición. Aún no descubro cuál es la naturaleza y esencia de este que hoy le he bautizado Morfeo. (Todo esto es metáfora y simbología, nada más).

Dentro de esta simbología, y en base a que la religión propiamente pagana de los griegos y romanos ya no existe en la actualidad, sino que la misma se ha ido transformando mucho con el paso de los milenios, es que como no ofendería a ningún creyente de esa religión, a Morfeo en mis creaciones lo voy a caracterizar como un ser, por ahora, un ser con consciencia, del tipo del ser de las plantas de poder, a las que me vengo refiriendo, todas las usadas por los chamanes. Éste ser, "con consciencia", figuradamente hablando pertenece a la dimensión de los sueños y PUEDE SER TOMADO TANTO POR ÁNGELES, COMO POR DEMONIOS, luego de valerse éstos, de "medicinas humanas" tantos oficiales, como alternativas y complementarias y que serían (la medicinas) los vehículos para llegar al ser simbólico Morfeo y según sea buena o mala la medicina, lograremos sueño sano o patológico que nos hará padecer o vivenciar Morfeo el amo del mundo onírico.

Es muy importante resaltar que tal cual las iluminaciones que vengo recibiendo, dentro de mi cultura, se diferencian ya de manera muy clarita la cura y la sanación. Cura es de la mente o el cuerpo y sanación es solamente del alma. Entonces, por más que cura y sanación sean términos que se los confunde y utilizan indistintamente, yo he hecho esta poderosa diferenciación como para sabernos ubicar, nosotros, los múltiples tipos de “sanadores” y los terapeutas o médicos. Ya he dicho que no me gusta llamarme sanador, y que he preferido (por mis especialidades), llamarme coach, lisa y llanamente, cuando estoy ejerciendo como sanador y ahora “ellos” me dictan que también me puedo llamar el abogado que también me toca, y no por ello dejar de ser el mismo, único y especial sanador que soy (puesto que también sano patrimonios, como casi todo abogado, excepto, y solo a veces, los penalistas).

¿Por qué estas diferenciaciones entre cura y sanación? Pues por dos motivos muy trascendentes:

1) Cuando hablamos de enfermedad, la misma puede ser, o bien de la mente, o bien del cuerpo, o bien del alma. Cuando logramos descubrir que el alma de la persona es la que está enferma, pues ella merece un sanador, mientras que cuando notamos que son la mente o el cuerpo los que están enfermos, pues esa persona necesita terapeuta y/o médicos.

2) Los terapeutas, llevan implícitas estos dos calificativos (científicos y oficiales), mientras que los sanadores, que están empezando a tomarse para ellos la palabra, título o nombre de terapeutas, deben sí o sí, expresar en su manera de autodenominarse y deben enseñar a que se los denominen: TERAPEUTAS HOLÍSTICOS. 

No pueden llamarse meramente terapeutas, puesto que esto invita a la confusión. Es necesario respetar las tradiciones y las competencias y las incumbencias. Si los primeros que se llamaron terapeutas son los científicos y oficiales, a ellos no se los puede destronar ni desbancar, no se los puede negar, sino que nosotros “los sanadores”, somos para la cultura avanzada de hoy, siempre, siempre, complementarios y cuando nuestros clientes no toman la Medicina Alopática, con todos los Auxiliares de la Medicina Oficial. Nosotros los sanadores, más allá que debamos ayudarlos a qué las tomen, si se niegan neciamente, tan solo podemos acompañarlos compasivamente y con amor en sus transes. Pero que pretendamos hacernos cargo de toda su cura y sanación integral, es de tal irresponsabilidad ética profesional, que debemos concientizarnos mucho que esto consiste en una práctica que está mal y si no la tomamos a esta concientización, jamás lograremos en el  mundo especializado de hoy, se nos otorgue el reconocimiento oficial de derechos profesionales, como por ejemplo la colegiación y la regulación profesional de todas las diversas especialidades a las que nos dedicamos y continuaremos padeciendo sospechas fundadas de chantas, charlatanes, fraudulentos, mentirosos y miles de motes feos por el estilo, que padecemos como estigma Social y por la inmensa cantidad de colegas que tenemos que ejercen para las fuerzas puras de la Oscuridad.

Y la verdad de este asunto es que NUESTROS CLIENTES, LISA Y LLANAMENTE, NO SANARAN JAMÁS.

Nosotros los sanadores complementarios debemos fomentar nuestra propia ética profesional y tenemos que aclararles que sus cuerpos y sus mentes no se curarán con nuestras solas técnicas de sanación.

Esto que escribo a continuación es un llamado de atención a todos nosotros, los holísticos: Es verdad que holos significa todo,  pero no por ello podemos creernos que con nuestros conocimientos y rituales curaremos mentes y cuerpos, los calmamos, eso sí, los consolamos, pues LA INCUMBENCIA EN LA QUE TRABAJAMOS NOSOTROS ES EL ALMA O ESPÍRITU y desde una mera idea, podemos entender, aceptar y construir ética profesional, de que el espíritu es el todo gobernador de nuestro ser completo (nuestro propio señor o señora, dueña o dueño de nosotros mismos, don o doña -todos estos términos son absolutos sinónimos-), pero “Zapatero a tus zapatos”: para la cura o el tratamiento (puesto que hay muchas enfermedades mentales y físicas que no tienen cura)..,  para la cura o el tratamiento de la psique: un psicólogo o un psiquiatra y para las enfermedades físicas, los médicos. Al ser sanadores del espíritu, somos en verdad holísticos, puesto que desde él emanan los dones, carismas y vocaciones para TODO LO DE MÁS DEL SER. Cómo, por ejemplo: fortaleciendo la voluntad, la fortaleza y la disciplina (que son competencias de las almas) para quitarnos los estigmas y prejuicios tontos e ignotos, hacia la Medicina Alopática y Auxiliares de la Medicina y aprender a verla a ésta, como aliada y no como enemiga. Amén.

Cabe ahora regresar al tratamiento de la “resaca” (Morfeo en su forma tremenda). Ésta es el estado mental y físico en el que nos mete este ser Morfeo, cuando lo manipula Belcebú y como todos los asuntos de este príncipe infernal, lo que pretende es que huyamos de la “dura realidad” que aceptarla y trabajar sobre ella, suele ser muchas veces nuestra “única posibilidad de salvación" en todo sentido (Salvación también es competencia de las almas), por ejemplo, un sentido muy pero muy mundano: que nuestro noviazgo pueda funcionar, dado que si nuestra novia es matutina y nosotros noctámbulos, andaremos enamorados y sin vernos como se suelde decir en las metáforas, de los amantes Sol y Luna.

Los católicos creemos en los ángeles de la guarda y éstos, aunque parecieran que tienen una jerarquía de “pinches” (como le llamábamos en Tribunales de Córdoba a los empleados de los más bajos rangos jajajjajaj), aunque parecieran pinches, tienen un poder tremendo y son muy potentes. ¡Como no lo serán, si Dios les encomendó la dificilísima Misión de proteger a su humano encomendado durante las 24 hs, todos los santos y benditos días de nuestras cortas, medianas o largas vidas! Así que de pinches no tienen nada de nada. Son muy pero muy poderosos. Sin embargo, en la tradición judía, el ángel que tiene la competencia sobre los sueños reparadores se le denomina Lauviah, es un ángel que pertenece a la jerarquía de los Querubines. En la Cábala, se asocia con el Sefirah de Hochmah, que significa sabiduría. Esto me resulta muy pero muy obvio, dado que quién logre aprender, interpretar y manejar sus sueños, es una persona que ha logrado, adquirido y se “ha disciplinado muchísimo”, alcanzando auténtica sabiduría en esta competencia onírica y en todos los derivados que emanan del inconsciente hacia la vigilia y sus materializaciones mundanas o terrenales. Amén.

Gran sabiduría relacionada al mundo onírico, que se suele decir desde la psicología que es una poderosa fuente del inconsciente, y este coach que les habla, ha comprobado que el inconsciente, no es otra cosa que un área muy significativa de nuestras almas o espíritus con el que trabajamos los sanadores justamente. O sea, que todo el mundo onírico del ser humano es una incumbencia muy pero muy propia de todo tipo de Terapeuta Holístico, o genéricamente hablando: sanador y, por lo tanto, mi coaching. 

En lo onírico. la Psicología en verdad, al día de hoy, la toca de refilón y nada más, pues no está, ni lejos estudiado ese mundo a fondo, y científicamente. Por ello es que, si los sanadores nos empezamos a ocupar de lo onírico, no estaremos realizando competividad alguna con la psicología, ni interponiéndonos con la cura mental que ya he dejado claro que no nos compete en absoluto.

Terminaré esta entrada expresando con "autoridad", que estos vicios de los que hemos venido escribiendo, son vicios sociales y culturales. Esto, por un hecho, muy pero muy simple y significativo: si bien la gula, con todos estos vicios típicos de la misma, es algo propio de nosotros los eneatipos 7, la búsqueda de la felicidad y a veces la obsesión de esta búsqueda, es algo también cultural, que se ha hecho social. Por lo tanto, la Sociedad Posmoderna como un Ente o Persona Jurídica (como lo llamamos los abogados) son independientes y tienen una entidad propia, diferente de todos los miembros que la componen que es obvio que cada uno puede tener otros y diversos eneatipos diferentes al 7. En base a esto: la Sociedad es del eneatipo 7, y empezó a serlo, desde la influencia del budismo, cuando hasta el siglo XX, se nos enseñaba en el Mundo Occidental, que éramos una Sociedad Católica del eneatipo Servidor 2, con una marcadísima ala juzgona 1 Perfeccionista. 

Lo que no tiene ni idea esta Sociedad es que el desafío del eneatipo adulto y sano 7, es la Templanza y la Moderación, que efectivamente lo enseña muy rigurosamente el Budismo con sus poderosas disciplinas y un joven, o un adulto pendejo, que siguen y siguen abandonándose a estos vicios de los que hemos venido hablando, nada tienen que ver con un epicúreo, ni mucho menos con una Sociedad Epicúrea, como podrían llegar a ser (ojo que no estoy nada seguro de lo que sigue) las Sociedades como las de los países Nórdicos. Se nos llama a los 7 epicúreos, cuando hemos dejado la pendejada del hedonismo y hemos pasado a ser los Señores o Don y Doña de las que hablaba más arriba. 

Te puede servir continuar investigando sobre los Sanadores y sus multiples especialidades en esta entrada (Clic Acá).


Te puede gustar escuchar música de "ensueño" con una imagen de portada que habla de las sutilezas del buen lujo y placer moderado y que consiste en transmutación de la gula y la lujuria en sus virtudes respectivas de la templanza y la inocencia. 


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