Como individuo bipolar, he experimentado delirios, pero rara
vez alucinaciones. Recientemente, he comenzado a experimentar con mi mente en
estado de vigilia, omitiendo mis medicamentos los sábados por la noche. Aunque
esto ha causado cierta preocupación en mi familia, encuentro que estos momentos
de vigilia me permiten acceder a un estado de consciencia elevado y una
creatividad sin límites. Es por ello que lo he dejado de practicar hasta que en los primeros días de febrero pueda consultarle a mi psiquiatra. Me gustaría además poder expresarle con "ciencia psiquiátrica" a mi mujer, que no está en riesgo mi salud, con esta práctica de "permitido semanal" y que, es más, podríamos hacer combinar mucho mejor nuestros dos respectivos relojes biológicos, y hacernos "citas virtuales" todos los sábados por la noche, a la manera de las parejas jóvenes.
Estoy en una etapa de mi vida en la que estoy considerando
retirarme de mi carrera profesional para dedicar más tiempo a mi familia y a mi
desarrollo personal. Siento un fuerte deseo de apoyar a mi hijastra Isabella
Francesca, tanto emocional como financieramente. También sueño con fortalecer
los lazos familiares a través del matrimonio y la adopción.
Además, estoy explorando un estilo de vida que llamo “monje
laico” consagrado a la Orden de la Merced. Este camino me permite dedicar tiempo a la reflexión espiritual, la conexión con lo divino y el apostolado en post de la liberación de los cautivos posmodernos (por ejemplo, el acompañamiento a los padecientes psiquiátricos). Los domingos, me dedico a la vigilia y a la oración, lo
que me permite entrar en un estado de júbilo y comprensión profunda.
A medida que me acerco a los cincuenta y cuatro años, estoy
aprendiendo a aceptar mi retiro profesional y a abrazar mi nueva vida como un
hombre activo dedicado a la familia, la espiritualidad y el crecimiento
personal.
En lugar de buscar más capacitación y formación profesional,
prefiero dedicarme a coachear a los coachees que me vaya presentando el
Espíritu Santo, de manera voluntaria o a voluntad. Este enfoque me permite
centrarme en la educación final y definitiva de Isabella, y en proporcionarle
el apoyo que necesita para su futuro.
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