Loft el Castillito, 8 de junio de 2023
Me encontraba meditando desde
ayer, sobre la entrada anterior titulada: Dando a luz ideas trillizas, y curiosamente
me volvió a surgir la duda metódica, si quedarme en este departamento o irme a
Villa María, cerquita de mi familia.
Despues de un buen rato de
indecisión, cuando aún no venía ninguna luz a mi mente ni alma, un artículo que
me apareció como propaganda en mi buscador Bing, me dio la primera pista para
volverme a decidir, es la entrada siguiente:
Este artículo, aunque solamente
lo ojee, me llevó a irme al Marketplace y empezar a buscar, una vez más,
propiedades en alquiler con pileta, y en los chats para preguntar si las viviendas
estaban disponibles, les escribía, si eran edificios: ¡Practico Hidroterapia! ¿Esta
utilizable todo el año la pileta? Todavía ninguna inmobiliaria me ha contestado.
Estamos bastante próximos a que comience el invierno, la temperatura exterior
hoy ha estado en 16°, ahora esta a 19°, hoy vengo del médico, en donde el
cirujano al que le pregunté si me podría operar de mi diástasis abdominal, entre
las cosas que me dijo fue: tenes una panza parecida a las madres que han tenido
uno, dos o tres embarazos y sus músculos les han quedado laxos y luego han
engordado, generando una panza parecida a la tuya.
He buscado mucho tiempo que me
operaran de la diástasis, principalmente por estética, y al cabo de consultar
dos cirujanos plásticos que me dijeron que si me podrían operar, pero bajo requisitos
estrictos que no cumplía, como bajar el consumo de cigarrillos a 10 por día. Fue
por ello que empecé a disminuir el fumo de cigarrillos y empecé a vapear. Todo
este cambio “drástico”, como me lo señaló la Torre del Tarot (empezar a quitarme
un tabaquismo atroz despues de casi toda mi vida fumando muchisimo), era para
estar a tono con mi amada Analía. con la que ambos estamos intentando rejuvenecer
y ponernos en mejor estado y línea. Era un propósito común: Adelgazar
y lucir mucho mejor y además mejorar la salud en todo sentido y no solo lo
estético.
La cuestión es que regresé hoy del cirujano general, puesto que los dos cirujanos estéticos que consulté, me prometían un abdomen chato, pero a un costo de $ 700.000 o más. No estoy ni en condiciones ni con el gusto de invertir todo ese capital en esto de bajar mi panza, por eso Analía, me dio la impecable idea de que fuera a un cirujano general que me operara con mi obra social Apross y luego en la herida me hacia un tatuaje. La idea me parecio fantástica, y hoy me toco el turno con el médico después de esperarlo mucho tiempo. Me desilusioné mucho cuando me dijo que una cirugía convencional no me sacaría el abdomen voluminoso, entonces me quede pensando en mi “panza de embarazado”. Además, cuando llegue a mi loft, aunque la temperatura era de 16°, le dije a mi hermana que me había venido a visitar:
-¡Pareciera que estoy con la menopausia, por los calores que
me dan y que me han hecho quedarme en cuero todos estos días previos con hasta
11° y encima tengo panza de embarazada!
María Lucía se rio con ganas, pero
yo estaba empezando a procesar una pequeña gran desilusión, puesto que quedamos
con el cirujano general que la única manera de bajar mi abdomen protuberante, tenia
que ser al modo convencional: dieta y gimnasio (abdominales).
Volviendo un poco más al tronco
de esta meditación: El agua y la decisión de quedarme en el loft o mudarme a
Villa María.
Entre otras cosas que he evaluado
de Villa María es que esa ciudad grande tiene un hermoso río, el Ctalamochita,
que resulta aprovechable, pero ya habíamos hablado con Analía de que solamente me
podría bañar en invierno, por izquierda, dado que al ser una ciudad tan populosa
y grande, esta permanentemente vigilada toda la costanera. Sin embargo, cuando planeaba
irme para allá, estaba dispuesto a hacerlo nomás por izquierda a mi hidroterapia
en cualquier epoca del año.
Sin embargo, una vez que hube
revisado bastante (y una vez más) la oferta de casas y departamentos con pileta
acá en Córdoba y sus alrededores, como Sierras Chicas, volví a constatar que
los alquileres en estas condiciones son escasos y a muy altos costos comparados
con lo que pago.
Me hacía calor, así que como venía diciendo, estaba en cuero, y de repente se me vino a la mente:
-¡hace mucho que no subo a la terraza del edificio! Voy a subir a ver qué onda.
Fui con mi nuevo uniforme de entrecasa, que consta de pantalones de artes marciales color negro liso, descalzo o con ojotas tipo sandalias, y torso desnudo, adornado con mis 4 tatuajes, que a medida que se empieza a poner fresco, voy alternando con remeras manga corta, manga larga y pulovercito. Más frío enciendo la calefacción.
Hacía en verdad muchos meses que no subía y la verdad que me encantó. Tiene una vista privilegiada, iluminación discreta y una curiosidad muy especial que hoy acabo de alumbrar, que bien vale la pena: ¡Tiene dos duchas de agua fría! De inmediato constatando que el muro perimetral, la luz tenue y el escondite de la noche, cerré con una sola vuelta de llave, el acceso a la terraza y me puse como a mi me encanta cuando me doy baños de hidroterapia escondido por lo inhóspito, la noche o los muros: desnudo. Abrí la ducha y me di un buen baño de agua fría que me renovó.
Al terminar con “mi ritual” bajaba
por la escalera del edificio que me lleva a mi casa y continué meditando lo
siguiente:
-Cuando vivía en el
Departamento de Villa María en el Centro, estuve mucho tiempo soñando cómo le podría
poner una ducha por medio de una manguera, como para bañarme en una enorme terraza
que tenía con un pico, el edificio. Cuando vine a este Loft, en la terraza tenía
estas dos duchas. En su oportunidad me dio mucha gracia y me dije que la
mayoría de mis sueños siempre se me hacían realidad. Aunque me hubiera gustado
mucho mas que tuviera pileta o piscina, el precio
muchisimo menor del alquiler que pago acá es justamente el resultado de expensas
bajas y por el barrio que no es de lo mejor, el alquiler del departamento tambien
es bajo.
Entonces de repente hoy recobró
vida el agua, y que curioso, puesto que el artículo de referencia sobre el valor
espiritual del agua, justamente rescata que para todas las religiones el agua
ha sido principalmente signo de vida. Es como que el departamento, al que le
llamo mi templito, ha recobrado vida cuando me di cuenta que debo visitar mas a menudo
su terraza.
Entonces es por estos costos bajos y lo funcional y bello que resulta mi casa que acá me quedo y confirmo la decisión de las ideas trillizas
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